El Diamante es un MONTÓN. Lo empecé ilusamente creyendo que podría hacer un curso por mes y una mentoría mensual. Una vez adentro te das cuenta que es un mundo, que para cada pregunta que te hacés emprendiendo hay un curso que te responde. Que cada mentoría es tan personalizada y transformadora que no terminas de aterrizar una y ya tenés la del otro mes, del tema que quieras, incluso el que jamás habías imaginado (desde asesoría de imagen a vidas pasadas, modelo de negocio o lanzamientos). Tenés grupos de trabajo y masterclass todas las semanas. No es un plan diamante, Mamá Emprende, ve en vos el diamante y hace todo lo posible para que brille más y más. No se lo pierdan.